Relato publicado en Espacio Ulises
Impactó sobre la superficie de mi tranquila mañana,
movió todas las partículas que a su camino encontraba,
dorado néctar que perforaba la oscuridad hasta el fondo,
de mis cristales, de los que hoy son míos.
Se teje en pesadas gotas de sensaciones,
haciéndose un hueco en mi interior.
Entonces nos mezclamos y el horizonte deja de serlo,
deja de parecerlo.
Me cambias, me tocas, me mueves.
Mutamos,
desafiamos al especio y al espeso sabor del trago,
al amargo despertar de los desvelados,
con sabor dulce de dos amantes que se besan acostados.
Sobre la foto: Camino a Sacromonte, 2017.